Dada la gran cantidad de países del continente europeo, sus ciudadanos se ven en la necesidad de aprender más de un idioma. España, por ejemplo, tiene fronteras con Francia, Reino Unido y Portugal. Por tanto, un ciudadano español que hable francés, portugués y/o inglés tendrá una clara ventaja. Dominar al menos dos lenguas es entonces un claro objetivo y nada tan apropiado como comenzar en una guardería bilingüe.

Los niños desde temprana edad son capaces de absorber grandes cantidades de información sin discriminar en qué idioma se les enseñe. Consecuentemente este es un momento estelar para enseñarles. Cuando la instrucción impartida viene de una persona que se expresa en su lengua nativa entonces la transmisión es aún más fructífera.guardería bilingüe

En estas instituciones se enseña a los bebés todas las destrezas necesarias para que crezcan emocional, intelectual y psicológicamente sanos. Especialistas en progreso infantil realizan con ellos actividades que sus padres por distintas razones no pueden. Y además tienen la responsabilidad de lograr que los niños reciban la formación requerida para el ingreso al sistema escolar.

Si la misma incluye el conocimiento de alguna lengua extranjera, entonces el desarrollo psicológico resulta más amplio, porque estudios realizados demuestran que las personas que dominan varios idiomas poseen mayor capacidad de concentración y de repuesta, entre otras ventajas.

Normalmente, por guarderías se entienden organizaciones pequeñas que cuidan del niño durante los primeros años. Pero con la nueva ley que escolariza la educación de los infantes, han crecido en los servicios ofrecidos contratando personal profesional que desarrolla e implanta efectiva y eficientemente planes pedagógicos.

En España, actualmente, no pueden ser solo un “depósito de niños”, dado que reciben el innegable honor de ser educadoras y formadoras de las generaciones de relevo en su etapa inicial de crecimiento. Allí se trasmiten conocimientos y valores que les harán ser personas integrales de la sociedad.

De modo que, al buscar un lugar que atienda a nuestros hijos, procuremos ubicarlos en alguna guardería bilingüe. Dándoles así la oportunidad de entrar por la puerta grande al proceso de formación ciudadana desde el principio de sus vidas.