Cada vez más personas están en la búsqueda de clínicas que se especialicen en el injerto capilar para solucionar uno de los problemas estéticos más comunes: la calvicie. La falta de cabello se asocia a otras dificultades como la baja autoestima, que obliga a quienes la sufren a esconderse del mundo y a dejar a un lado las relaciones sociales.
Sin embargo, aún existe un gran número de individuos que padecen de este déficit de pelo que desconocen los diferentes tratamientos que se han creado para resolver su situación de una manera rápida y efectiva. Por lo tanto, se resignan a vivir una propia realidad alejada del bienestar y la felicidad.
¿Qué es el injerto capilar?
El injerto capilar es un tratamiento efectivo que ha avanzado considerablemente, para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Esta técnica se trata de una redistribución de las unidades foliculares del área occipital y temporal del cuero cabelludo, hacia las áreas que presentan poco volumen de cabello.
Estos folículos son grupos de cabellos que se reúnen para conformar unidades de uno, dos, tres, cuatro y cinco pelos. Al respecto, hay que aclarar que no es lo mismo 200 unidades foliculares que 200 pelos. Esta información es la que utiliza el especialista para determinar la densidad folicular del paciente.
Los expertos deben realizar una evaluación de las necesidades estéticas de la persona que va a recibir el procedimiento y, con base a expectativas reales, el número total de injertos dependerá del grado y tipo de calvicie que haya experimentado el paciente hasta el momento. En el caso de las calvicies avanzadas, se necesitarán más intervenciones.
Una de las dudas más frecuentes de quienes reciben el injerto capilar es si el pelo o folículo trasplantado se comportará de la misma manera que un cabello normal. La respuesta es afirmativa porque el trasplante lleva información genética similar por ser de la misma persona y, por ende, llevará el mismo patrón de crecimiento y la misma textura.
Los resultados son progresivos y se empezarán a observar a partir de los diez meses. A los doce meses, casi el 90% del cabello trasplantado tendrá el mismo tamaño que el resto de la cabellera. Por lo tanto, merece la pena buscar a un médico que le ayude a encontrar la solución.