Hace pocos meses, María Márquez experimentó una situación complicada en la empresa donde trabajaba como secretaria, ya que su jefe cambió sus condiciones de trabajo y como ella se negó a cumplirlas porque las consideraba abusivas, contrató a un abogado laborista Sevilla, quien descubrió que ella había aceptado desde el primer momento todas esas condiciones cuando firmó el contrato laboral.

La sorpresa de María era de esperarse, ya que al comenzar la relación laboral no dedicó tiempo a leer con detenimiento y analizar las cláusulas del contrato que establecía que el jefe se reservaba el derecho de modificar el horario de trabajo, si era necesario para la actividad productiva de la empresa, e incluso lo autorizaba para pedirle al empleado que se trasladara a otra provincia para atender asuntos relacionados con su cargo.

Así fue como la aspirante a secretaria suscribió el contrato sin discutir ningún tema. Confió en que una lectura rápida sería más que suficiente para aceptar el empleo, pero poco tiempo después se encontró con que debía cumplir responsabilidades que la superaban, ya que no tenía posibilidad de viajar fuera de su ciudad por asuntos familiares.

De acuerdo a abogados especialistas en el ámbito laboral, situaciones como las que atraviesa María son muy comunes en España y esta recurrencia se debe al hecho de que el ciudadano común no tiene la costumbre de solicitar la asesoría de un abogado para evaluar un contrato laboral. Así que aceptan empleos prácticamente con los ojos cerrados, pero esto puede traer inconvenientes en el corto plazo o mediano plazo.

¿Qué sucede entonces? Lo usual es que cuando surgen conflictos con los jefes, el empleado acuda a buscar a un abogado que lo ayude con el problema. Se trabaja entonces bajo una actitud que busca ajustar una situación difícil, a pesar de que ésta pudo haberse evitado si desde el primer momento se hubiera contado con la asesoría de un profesional en leyes.

La recomendación para los trabajadores es ser precavidos antes de firmar un contrato de trabajo, y buscar el respaldo de un abogado que analice cada cláusula y confirme que se trata de un documento apegado a la ley y que se ajusta a las expectativas del empleado.

ABOGADO LABORISTA SEVILLA