ley organica de proteccion de datos - fármaco-vigilanciaLa información es un poder que en buenas manos se usa para ofrecer apoyo y recursos a quien los necesite, pero que personas mal intencionadas la convierten en herramientas capaces de infringir daños incalculables. Por su naturaleza inmaterial, es algo difícil de regular en esta época digital, no obstante, existen elementos, como la ley orgánica de protección de datos, que se ocupa hasta del más mínimo detalle evitando toda injusticia.

En un distinto orden de ideas, también hay mucho riesgo en no conocer lo suficiente. Ya sea que se esté literalmente poniendo la existencia en control de un doctor al que apenas entendemos lo que dice, y nada de cuanto escribe; o consumiendo un medicamento nuevo que el sistema de fármaco-vigilancia aún no ha terminado de analizar, ni catalogar sus efectos e interacciones con otros productos del mercado.

No saber de qué nos hablan o a qué enfrentamos, pudiera conducir a muchos malentendidos o incluso dejarnos vulnerables a terribles errores. Un ejemplo es aquel en el que se nos practica un examen médico que en realidad no necesitamos o no somos adecuadamente advertidos de alternativas no tan agresivas o caras comparadas con los tratamientos recibidos.

¿Cuál es el peligro de no salvaguardar la información?

Aunque parezca que una persona en una multitud no tiene gran importancia, las denuncias hechas a la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) demuestran que los casos de suplantación de identidad en telecomunicaciones, consumo por servicios de agua y electricidad, y transacciones bancarias representan un grave inconveniente y un significativo porcentaje de pérdida monetaria.

Esta afecta especialmente a aquellos que no se pueden permitir derrochar ni un centavo; es decir, la gente común sin ingresos extraordinarios, que solo quiere usar el dinero para beneficio propio y de la familia, sin preocupaciones no relacionadas con la labor que con esfuerzo desempeñan.

¿Qué nos convendría hacer entonces?

Dentro de lo que es posible realizar, mas no es práctico, está renunciar a cada componente, bueno o malo, de la civilización moderna e irse a vivir a alguna localidad remota y despoblada. Claro que esta solución es absurda y extrema.

Una alternativa diferente podría ser dedicarse a estudiar todos los aspectos legales y técnicos que atañen a la salud y filiaciones personales. Sin embargo, eso no es viable a menos que ese plan asimismo incluya volverse un experto abogado con especialización en el área de la medicina, con lo cual sería factible conseguir además una ventaja económica.

La mejor opción es buscar la asistencia de aquellas empresas, cuya misión y objetivos están orientados a proteger a quienes no logran hacerlo por sí mismos. Estas procuran asesoría legal, entre otras funciones, a través de sus páginas web.