En la actualidad, muchísimas empresas han logrado poner en marcha soluciones creativas que se logran adaptar a las normativas que regulan el medio ambiente, gracias a que permiten un control eficiente de los residuos, facilidad de producción y reducción de costes. El mejor ejemplo de esto son los envases de plástico, en especial, los que están fabricados con polietileno tereftalato (PET, por sus siglas en inglés).

envases de plastico-Actividades extraescolaresA pesar de que muchas personas no se den cuenta, el plástico posee un gran protagonismo dentro de la cotidianidad. Pero ¿los beneficios que aporta a la producción son tan ventajosos como para considerarse como un material imprescindible? ¿Puede sustituirse por otro que genere varios beneficios?

Gracias a la baja densidad que poseen, se pueden utilizar para fabricar varios elementos.Y cuando se trata de envases para almacenar una sustancia, lo más recomendable son los que estén elaborados en plástico PET, debido a que tienen una máxima eficiencia energética, se adaptan con facilidad a las diferentes formas, una resistencia increíble y una excelente calidad.

Además de esto, la adaptabilidad ayuda a que se creen diseños verdaderamente atractivos para los consumidores finales. Imagine que quiere impresionar a un grupo de niños que sueña con vivir una experiencia inolvidable durante unas actividades extraescolares; indudablemente, entregarles botellas plásticas con formas divertidas de animales es una idea maravillosa, que no dañarán los ecosistemas, ni pondrán en riesgo su integridad física.

Algunas compañías suelen evitar este tipo de materiales porque no quieren generar artículos que al larga afecten a la naturaleza, ni representen pérdidas económicas. Por fortuna, el avance de la tecnología ha puesto a disposición una serie de mecanismos que permiten recuperar los residuos para fabricar nuevas botellas.

El reciclaje de plástico PET: pensando en el planeta

Anteriormente,  los recipientes que se habían utilizado se reciclaban para obtener láminas extruidas, carpetas y textiles. Sin embargo, esta solución no era factible porque esos mercados no eran lo suficientemente grandes como para aprovechar los volúmenes de botellas de PET que producían las fábricas.

Después de reconocer esta realidad, se comprendió que la mejor alternativa que se podía aplicar era la utilización de las resinas para generar nuevos envases para bebidas y otros productos. Ahora bien, lo que se haya reciclado tendrá que mejorarse en varios aspectos, antes de reutilizarse para producir otros envases, ya que sus características sufren ciertas modificaciones por las variaciones térmicas a las que se somete.

En este sentido, este proceso debe ponerse en manos de verdaderos expertos en la materia para que se manipule de manera adecuada. El envase es igual de importante que el contenido, por eso, como fabricante tiene que procurar que estos objetos sean de primera y representen con fidelidad a su marca dentro del mercado.