Para quien ha visto juegos, libros o series donde la magia es un elemento típico, la idea de manipular a voluntad el agua, tornándola en formas imposibles, es bastante normal. De hecho, se considera uno de los poderes básicos. Pero, aquellos que investigan o buscan una venta de aliviaderos saben que, aunque la realidad es mucho menos vistosa, aquí también el hombre ha conseguido dominar los elementos.
Gracias a una cuidadosa observación de la naturaleza y al aprendizaje de cómo y por qué funcionan las cosas, el ser humano ha sido capaz de diseñar máquinas para resolver los problemas, produciendo el efecto deseado. Por ejemplo, acumular inmensas cantidades del líquido vital en un lugar es fácil, ya sea almacenando el agua de lluvia, desviando el cauce de los ríos o recogiéndolo al final de las líneas de tuberías.
No obstante, cuando los niveles se acumulan o amenazan con ir más allá de lo que la resistencia de la estructura puede soportar, se requieren mecanismos que permitan liberar la presión de forma controlada. Estos aparatos son entonces, adecuadamente, llamados aliviaderos.
Los aliviaderos prestan un gran servicio
Los primeros que vendrían a la mente serían los de las grandes presas, con sus largas formas escalonadas para no causar caídas abruptas en ninguno de los niveles del río. Sin embargo, existe una versión pequeña y menos conocida por el público, a pesar de ser más común, que, por lo general, se encuentra en todas las plantas de tratamiento de aguas residuales.
Esos equipos, además de cumplir las funciones de control de nivel, pueden actuar como un primer paso del proceso al poseer capacidad filtrante. Es decir, que separan diversos tipos de basuras del fluido, preparándolo para las siguientes etapas, en las cuales los desechos sólidos voluminosos podrían dañar las partes más delicadas.
En resumen, los aliviaderos constituyen un sistema de seguridad que protege del exceso de poder. Mientras tanto, nos permiten trabajar y desarrollar novedosas tecnologías asociadas al recurso hídrico. Entre ellas, generando energía hidráulica, limpiándolo para consumirlo o devolverlo a los cauces naturales o más; problemas y soluciones limitados solamente por nuestro entendimiento actual de la realidad.