¿Con qué frecuencia vas a la bomba? Esta pregunta, todo automovilista está obligado a hacerla. Y, para algunos de ellos, los números se están disparando. Sin embargo, hay consejos que les ayudarán a espaciar sus repostajes.

Cada año, un conductor gastaría una media de casi 1.500 euros en combustible. Sin embargo, sin privarte y adoptando ciertos consejos sencillos, es posible rebajar la factura en varios cientos de euros.

Calienta el coche de forma apropiada

Con los coches más antiguos hubo un tiempo de calentamiento prolongado. Para arrancar el motor era imprescindible esperar a que el aceite alcanzara tanto la temperatura como el nivel de fluidez necesario.

Hoy en día muchos tienen el instinto de esperar un buen puñado de segundos antes de arrancar el coche definitivamente sin saber que los aceites contemporáneos ahora tienen más fluidez.

Arranca y conduce a velocidad moderada (50 a 60 km/h) durante los primeros cinco minutos para calentar y entrenar lentamente el motor. Con eso será suficiente.

Procura un viaje más suave

Evita las aceleraciones bruscas y las frenadas bruscas, particularmente en áreas urbanas y opta por una velocidad más lenta pero constante en lugar de alternar entre acelerar y reducir.

Como resultado, puedes  reducir tu consumo de combustible entre un 20 y un 40%. Lograr una conducción más suave también requiere una mayor anticipación. Mirar a lo lejos es, por tanto, comprender mejor los peligros o posibles ralentizaciones y evitar frenadas bruscas.

Utiliza los cambios de forma apropiada

Quizás la mejor manera de ahorrar combustible es mantenerse dentro de los límites de velocidad. Por regla general, el consumo de combustible es proporcional a la velocidad de conducción adoptada.

En la carretera, reducir su velocidad en 10 km / h ahorra casi 4 litros de gasolina cada 100 kilómetros para un viaje más largo de solo cuatro minutos.

La presencia de control de crucero también puede ayudar a reducir el consumo. Este último, al ayudarte a estabilizar tu velocidad de movimiento, te permite conseguir una conducción más suave y por tanto más económica.

Por último, aprende a cambiar de marcha en el momento apropiado. A partir de 70 km / h, no dudes en pasar la 5ª o incluso la 6ª si tu coche está a buen ritmo. Numerosas revistas en inglés han publicado estudios con cifras puntuales sobre el ahorro de combustible en relación a las marchas del coche

Cuidado con el aire acondicionado

Sin duda es muy agradable en épocas de calor. Pero tampoco se debe abusar de él. De lo contrario, corre el riesgo de pasar por la caja de la bomba de combustible cada vez con más frecuencia.

Por lo general, se estima que un coche con aire acondicionado consume más de un litro de combustible adicional por cada 100 kilómetros. Por lo tanto, no lo configures demasiado fuerte.

Sin embargo, conducir con las ventanillas abiertas no es necesariamente más ventajoso. Esto da como resultado irreparablemente una corriente de aire dentro del compartimiento de pasajeros, lo que necesariamente ralentiza el avance del coche.

Evita cargas innecesarias

Cuanto más cargado esté tu coche, más potencia necesitará para alcanzar una determinada velocidad.

Por lo tanto, restar cargos innecesarios puede ser una fuente de ahorro. Se estima que el consumo de un coche a plena carga es aproximadamente un 15% superior al de otro sin carga alguna.

Las barras de techo también constituyen una especie de resistencia a la marcha de tu coche con, como resultado, un exceso de consumo en torno al 10%.