Muchas son las dudas que nos planteamos  a la hora de iniciar nuestras andadas de empresarios con el comercio electrónico, las dudas más comunes con las que nos encontramos son:

¿Qué trámites tengo que hacer y cuánto me costaría montar una empresa que opere por internet, ¿es el mismo coste que una empresa que tenga sede física? ¿Es necesario tener a un autónomo contratado? ¿Cómo crear la sociedad si existen dos o más socios? ¿Resulta más barato y mejor hacerlo a nombre de los dos o a nombre de uno solo? ¿Existen ayudas por la edad y por ser mujer?

Nuestra recomendación para informarte sobre trámites y ayudas es que te dirijas a uno de los organismos públicos que asesoran gratuitamente a futuros emprendedores. Unos funcionan mejor que otros, dependiendo de dónde vivas, pero merece la pena que empieces por ahí.

Esa es la respuesta rápida. Ahora van las reflexiones que te tendrías que estar haciendo.

Si te encuentras en su mismo dilema, para empezar te decimos ya que es difícil estimar tu coste sin saber qué vas a vender. ¿Qué vas a vender? ¿Quiénes van a ser tus proveedores? ¿Qué precio–condiciones has negociado con ellos? ¿Vas a tener stock? ¿Tienes capacidad de negociación con empresas de logística? Sin saber esto, lo único que te podemos decir es que una buena plataforma web para vender, como poco te puede costar unos 6.000 euros. Claro que puedes hacerlo por menos, pero es difícil encontrar una plataforma seria por menos. Si lo quieres hacer bien, lo primero es tener una buena plataforma.

El coste dependerá también de si vas a convertirte en representante online de una marca de referencia o de si vas a invertir en stock. En un comercio online la mayor inversión es en stock y ahí dependerá de lo que quieras hacer.

Lo primero que tienes que tener claro es qué quieres vender, tienes que hacer un estudio de mercado para ver si hay demanda de verdad para ese producto (sobre todo con los precios con los que quieres salir) y cómo es tu competencia, qué cuota de mercado tiene, qué estrategias tiene… En el caso de un proyecto de e–commerce, se trata de emprender siempre en un nicho muy concreto, de que el producto que ofrezcas a través de tu tienda online no sea perecedero, y, además, de que tenga una logística fácil.

De la misma manera, depende también del mercado en el que quieras entrar. ¿Es un producto que va a tener mucha competencia? ¿Sabes ya quién vende en el mismo sector que tú? ¿Qué productos? ¿A qué precio venden? Es muy difícil que encuentres un nicho y que sin inversión consigas posicionarte.

Independientemente del sector, los expertos suelen recomendar siempre que se busque un proyecto de comercio electrónico especializado con productos claramente identificables, intentando que el producto sea de una marca reconocida, que te lleve, de esta forma, a un tipo de consumidores que intente primar el servicio frente al precio. No te va a interesar el comprador que se decanta por otras tiendas o por ofertas de Internet y que busca básicamente precio. No tienes otra que moverte en precios recomendados para ser competitivo.

Se trata también de buscar distintos proveedores de ese producto o de ese tipo de productos o de esa gama de productos. Asimismo, se trata de que no manejes un número excesivo de referencias, lo que te provocaría un problema de stock… y ya no sólo de almacenaje, sino de productos invendidos. Una ferretería en Internet, por ejemplo, es un error. Es difícil mantener un millón y medio de referencias. Está claro que cada producto va a tener un plan de negocio y un coste (que es lo que tu preguntas) diferente, un precio diferente y unas expectativas de venta diferentes.

Como hemos escrito en mil y una ocasiones, resulta fundamental conocer la legislación en torno a un producto y a la venta de un producto, sobre todo si vas a vender tus productos fuera de España. De la misma manera que es importante conocer el régimen fiscal que se le aplica. Y el sistema logístico del entorno. Y conocer cuántas tiendas online operan en torno al producto, qué zona cubren esas empresas online (o tienda online de negocio off line): qué volumen de facturación y de tráfico tienen (es complicado, pero se puede saber). Y conocer también las tendencias que influyen en los productos que vas a vender y a los consumidores a los que te vas a dirigir.

Y ahí va otra pregunta: ¿Qué proveedor logístico te va a permitir mantener unos márgenes que te garanticen un beneficio / hacer viable mi idea de negocio / vender un producto a través de Internet? Uno de los grandes atractivos, sino el único, para el consumidor de Internet es el precio y si no eres capaz de tener un precio más barato que el que se pueda obtener en una tienda off line, estás perdido. La comodidad no es una estrategia suficientemente fuerte… Para que el precio sea bajo, tienes que tener una logística que te permita garantizar ese precio bajo.

Luego, dependerá de la opción por la que optes: banco o sistemas como PayPal. Dependerá de la negociación a la que llegues con el banco: además del coste por el uso de la pasarela, igual que con un TPV, te van a cobrar una comisión por la operación: aquí tienes un cierto margen de maniobra.

Son muchas las preguntas que tienes que realizarte para de este modo madurar tu idea de comercio electrónico, muchos los planes de estudios del mercado que tienes y una investigación exhaustiva del producto o servicio que quieras ofrecer, así cuando vayas a infórmate tendrás todas las idea claras y sabrás que preguntar y una vez que te hayan facilitado toda la información puedes tener una clara idea de los gastos que supondrá tu proyecto online.